La bomba hormonal que nos sacude cuando nos enamoramos no es eterna. Sin embargo, imágenes por resonancia magnética han revelado que en el cerebro de algunas parejas que llevan décadas juntas se activan las mismas zonas que en los nuevos amantes. También los niveles de oxitocina, la ‘hormona del abrazo’, pueden influir en que este amor se sostenga en el tiempo. Si a todo ello se le suma una dosis de sobreesfuerzo, el amor debería tener los ingredientes para ser duradero. Al menos en teoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario