Los fármacos que inhiben los factores de coagulación Xa y IIa (trombina) forman una clase llamada nuevos anticoagulantes orales (NOACs), que ofrecen una alternativa a los antagonistas de la vitamina K (AVK) en la prevención del ictus y la embolia sistemática en pacientes con fibrilación auricular. AVK (por ejemplo, warfarina) tienen una eficacia probada y recomendada por las directrices conjuntas American Heart Association / American Stroke Association y directrices de la European Stroke Organisation para las personas de moderado a alto riesgo de accidente cerebrovascular. [1,2] Sin embargo, la dosis de esta clase de las drogas requiere ajuste de dosis, y los pacientes tienen que acudir a las clínicas de anticoagulación cada tres a cuatro semanas para que su cociente internacional normalizado (INR) facturado. Por otra parte, los AVK tienen muchas interacciones con otros medicamentos.
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